Thursday, December 28, 2006

Chapter éit
"rosa G! *todo lo que necesitás es amor* (l) (l) dice:
no, mi marido no va a estar, tontito. venite tranqui.”

Anónimo, agosto de 1998
Tulió entró al negocio con pasos lentos y firmes. Bajóse sus anteojos negros SOLCITO, la mejor protección ocular para los rayos del sol, y después de dejar al descubierto sus ojos finamente delineados, parpadeó entrecortada y sensualmente hacia el ventilador del lugar, cuya pequeña brisa enredaba y llevaba hacia atrás el suave pelo de Tulio. El vendedor, que había estado observando al hombre desde su primer paso al local, se sintió raro y desenchufó bruscamente el aparato... entonces Tulio lo miró impasible. Se acomodó el pelo, subió sus anteojos y dijo

-necesito armas.
-¿almas?
-no, armas.
-...¿armas?
-uhm.
Entonces Tulió imitó con su brazo una ametralladora G300 y apuntó al vendedor, exclamando fríamente
-Pum pum pum, pum pum pum ratatatata pum pum. PUM. armas, pistola, arma. Tucu tucu te mato pum pum tucu tucu?
El vendedor lo miró, hizo una mueca de extrañeza y finalmente dijo
-.....jéjé, pum pum pum, ratatala pum pum, jéjéjé tucu tucu!
-...¬¬
-sonoki, kelesoki, nesquiki, velgan a vel esto! jéjéjé Ratata pum pum ratalarata! Rata tum tum tum tucu tucu! Tucu..

Tulió salió furioso del negocio y sobre la puerta del lugar pudo leer “Ak+! Almacen”. Entonces, como si la ira lo hubiese inspirado, de su pantalón de vinilo negro sacó un papel y escribió “Equivocación. ¡oh, Almacén! Blanco. Alas. Saco. Saquito... Té” Guardó la anotación en su bolsillo, reacomodó sus anteojos y miró hacia el frente. Ante sus ojos se alzaba un cartel de luces de neón cuya leyenda dejaba ver un fluorescente “Ar+! Armas” Tulió cruzó. Tulio entró. Tulio dijo

-necesito armas.
El vendedor lo miró inquisitivamente, luego se dirigio a Tulio.
-saque un número.
-..pero no hay nadie
-SAQUE UN NUMERO.

Tulio insultó por lo bajo, caminó hasta la máquina de números (?) y arrancó uno. Volvió al mostrador y le dio el número al hombre, quien tomó el papel y sin leerlo lo clavó en.. el.. lugar donde se clavan los números. Luego dijo amablemente.

-¡buenos días señor! ¿en qué lo puedo ayudar?
-....eh
-me imagino que no viene a comprar pan, no?! Jeee jé! ¿qué tipo de armas busca?

Tulio le explicó todo, le contó a quien se enfrentaba y le pidió consejos útiles y tips pro violencia. El extraño vendedor entendió sus necesidades a la perfección: le recomendó las mejores armas, le leyó las frases remarcadas del libro “consejos útiles y tips pro violencia”, le hizo un descuento del 20% del total y con la compra le regaló un llavero y un imán del local. (Y una bolsita de cuero negra reforzada con cierres de marfil importado) (...para poner todo)

-gracias Germán
dijo tulio, que tras pasar horas en el negocio ya se había encariñado con el hombre
-no, de nada Tulio. y a ese ray, dale duro! Si! Que tenga lo que se merece! Que se piensa ese ex groupie! Que venga a ver a mi banda! Si, si! Si se anima! Jájájá! Áh! -German gatilló la ametralladora que tenía en la mano y comenzó a disparar al techo- sí! Muere, muere! Si sí, tomen, tomen! no se metan con su mujer si si! Mira tulio, mira como los mato a tod..

Tulio exclamó un agudo “Ay Ger no, no hagas eso! Ay! Ay! Ay ay!” acto seguido cubrióse la cabeza y salió corriendo del local, dejando al loco y simpático vendedor atrás. Mientras caminaba hacia su bicicleta, Tulio recordó el último minuto en el que había estado con Ray esa misma tarde. Recordó como Cortina, después de preguntarle soberbiamente a Tulio qué pensaba hacer, le dio un sorbo a su licuado de banana y cayó dormido sobre la mesa ratona de la habitacion, recordó el escote de la mujer que le había vendido el somnífero, recordó los corazoncitos de rouge y las palabras obsenas que le pintó con rouge en la cara a Ray y finalmente, recordó que ya estaba frente a su bicicleta. Puso entonces la cargada bolsa de cuero sobre el canastito delantero de su transporte, colocó sus pesados borceguíes sobre cada uno de sus pedales, reacomodó sus anteojos y miró por el espejo retrovisor de su bicicleta. Nadie lo seguía, aunque a lo lejos pudo ver que german seguía pegando tiros al aire dentro de su negocio. Tulio sonrió, se dio impulso y arrancó. Faltaba solo un kilometro para llegar a su casa, faltaban solo 5 minutos para enfrentarse a los ninjas del kilimanjaro, faltaban solo 336 días para la primavera. Era la hora de la verdá... la sangrienta, cruda y violenta verdá.

3 Comments:

Blogger Guolber said...

Queremos sangreeeeeee!!!!!!!!!! Kill the Ray!

Es sabido que el final de montecristo (?) sólo será superado en rating por el final del cuento peroncho. Me toca a mi terminar el cuento peroncho dis taim?

"Tulió cruzó. Tulio entró. Tulio dijo" <- ese es el style que queremos, entiendanlón, gente, ese mismo!

3:09 PM  
Blogger Babo said...

si, mi pequeño gulver, te toca a vos terminarlo. Salvo que Queso ponga un "punto final" y te cague (?)

Yo mañana posteo... y prometo toda la sangre que un cuento gore puede darnos!

Slds!

Mr.Net

P.D.: "le leyó las frases remarcadas del libro “consejos útiles y tips pro violencia”" <- me hizo atragantarme con los manise y la cerveza!

3:21 PM  
Blogger Babo said...

"rosa G! *todo lo que necesitás es amor* (l) (l)"

jajaja, no me había dado cuenta, jaajajajajajajajaeljajajajnickjajajaajdeljajajjjamsnjajajajajja, increible

Slds! jajajajaquehijadejajajjja

Mr.Net

6:24 PM  

Post a Comment

<< Home