Chapter Seven (se dice igual, pucha.... Posteo por Dorian!!!)

“Nosocomio. Simposio. Tu novia tiene bozo.”
Ricardo-Ricardo Rubén. 1984

Tulio observaba estupefacto el Sanyo 15’’ de Ray Cortina.
-Tulio, déjame presentarte a Miguel Angel, Leonardo y Donatello… los ninjas del kilimanjaro!
-¿y Rafael?
-Rafael es un cantautor homosexual, ¿como podría ser un ninja?
-Dale un poco de crédito a los homos quieres… figúrate el mundo sin Nicolás Repetto.
-¿? Tienes razón…. En fin. Tengo tu videoteca afamada embadurnada de trotill, semtex y C-5.
-El C-5 no existe.
-Hay 5 letras “C” enormes pegadas en tu cuarto, Tulio. ¿Eso no te dice nada?
Tulio lo comprendió casi de inmediato. Eran ellos. Los recordaba vagamente pero tenían que ser ellos. Allá por los 70’s Tulio tenía una banda de rock llamada “Venus de Milton”. Drogas duras (como la tiza) y drogas blandas (como la boligoma) fueron los originarios de éste camino hacia el Haiku. Una noche, en una mágica performance en Dr. Jekyll, se hicieron presentes los cinco “C”. Una horda de fundamentalistas y fanáticos de la banda denominados los cinco carteros; fieles representantes del gremio de los transportadores de correo (El manager de los Venus era un tal Lorenzo Miguel…sabrán entender). Ray era uno de ellos comprendió Tulio.
- Tú eras uno de ellos. Pero… ¿por qué?
- ¡¿Por qué?! ¿Demonios Tulio, ya olvidaste tu afamado hit? “Newman el cartero. Impotente y soltero. Cartas a la deriva, eres un niña.”
- Nada personal…
-Oh oh oh!
-¬¬
- Rebajaste nuestro honor hasta niveles subterráneos. Y bueno, una cosa llevó a la otra, subterráneo, alcantarillas… Splinter…
- ¿Y que pasó con los otros?
- Macri.
- Ah cierto…

Tulio no podía contener más su ira. Rosa, Su Rosa era objeto de tacto de unos degenerados ninjas. Miró con atención la pantalla y reconoció el lugar. Era su casa, por supuesto, a 34 km distancia del hotel de Ray Cortina y llena de explosivos. “Debo hacer algo” pensó… y ahí fue cuando lo supo. Tulio lo había resuelto una vez más. Era payback time y no está Mel Gibson!