Chapter Sics: "La manaza fantasma"

"Te dije mil veces Silvia: si no tiene alcaparras, no es Vitel Toné."
- Arnaldo "el Chinaski de Casanova" André, 1956.

Dos golpes firmes se sintieron en la puerta de entrada.

-¿Quién es?- inquirió Ray Cortina, mientras inspeccionaba por el agujerito con vidrio de la puerta.
-Servicio a la habitación, señor Cortina. Le traigo el licuado de banana que pidió.
-¿Con leche?
-Sí señor.
-Bien, adelante- respondió Ray abriendo la puerta. El botones, (?), pasó y dejó el estimulante brebaje sobre una mesita ratona. Buscó en su bolsillo, sacando un papel y acercándolo a Ray
-Este telegrama llegó para usted.

"Get-you. Im-gonna. Tulio. Muaks."

Al leer el telegrama, la mirada de Ray ardió en llamas, reconocía esas palabras, esa entonación, ese acento. Cómo podía hacerlo a través de un telegrama no es parte de esta historia, pero el hecho es que podía... oh sí, él podía. Cortina sintióse invadidóse por el miedóse, al recordar la escena de "El perfecto asesino", en la que el franchute cortaba la luz de un hotel y vapuleaba a uno y cada uno de los guardaespaldas del maloso a ser asesinado. Recordó también a Natalie Portman, en sus años mozos, y pensóse que era ilegal verse excitado ante la figura de una niña. Aturdido por tantos pensamientos grandilocuentemente sin sentido, giró 360º y notó estupefacto que se encontraba mirando hacia el mismo sitio. "Tal vez 180º tenga más sentido", retrucó. Pudo observar entonces su cama y ante su sorpresa, sobre ella, al botones.

- ¿Pero qué hace usted ahi? - preguntó indignado.
- ¿Todavía no me has reconocido, querido Ray?
- ¿Natalie? ¿Natalie Portman?
- ¬¬
- ¿Qué?
- ¬¬ - insistió el siniestro botones.
- ¡Ay, no te entiendo!
- ¡¬¬!
- ¡Ay! ¿¡qué es "¬¬"!? jiji

Indignado, el botones apoyó sus manos sobre su nuca, y rápidamente removió la máscara, develando por fin la verdadera identidad del encapotado. Obviamente era Tulio. Porque el telegrama lo había firmado Tulio. Pensar que podía ser Mustak sería bastante estúpido.

- ¡No lo puedo creer!
- Te dije que I was going to get you, Ray Cortina
- ¿Pero cómo? ¿Cómo me encontraste? ¿Por qué estoy viviendo en un hotel? ¿Quién ha de beber mi licuado de banana con leche? ¡Hay demasiadas cosas que no tienen sentido y necesitan una pronta explicación!
- ¡Silencio! Me has robado un pedazo de mi corazón, ¡y estoy sediento de venganza!
- Mi licuado de banana podría calmar tu sed... tiene leche.
- ¡Silencio!“Intimidades de una adolescente, mas adulta de lo que parece, mas precoz de lo que ella piensa” me pertenece, y voy a hacer lo que sea necesario para obtener el crédito que merezco. Comienza a rezar Ray Cortina, ¡tu hora ha llegado!

Ray soltó una carcajada y tomó el control remoto que se encontraba junto al licuado, sobre la mesita ratona. Encendió la tv y vióse entonces la imagen de una mujer amarrada a una silla, en un cuarto iluminado por una luz tenue. Tres ninjas de aspecto de evil ninjas la rodeaban.

- ¡Rosa! ¡Rosa mi esposa! ¡Rosa mi amor! ¡Rosita! - Exclamó Tulio. Pareciera que quería dejar en claro que el nombre de su esposa, a quien él veía a través de la pantalla, era Rosa y no cualquier otro. Como si estuviera advirtiendo a alguien que se podría autodenominar Dorian que el nombre de la esposa era Rosa, y que ese era el keyword a usar en el siguiente capítulo de un cuento que podría ser el que Tulio, nuestro querido heroe, estaba viviendo.
- ¡JE! ¡JE! ¡JE! ¡JI! ¡JE! ¡JE! - rió Ray - ¡Si!¡Si! ¡Es tu esposa Tulio! ¿Creías acaso que iba a vivir tan plácidamente sin tener un plan de contingencia? ¡Ingenuo!

La expresión de Tulio dibujaba nuevamente una clara derrota. ¿Qué podría hacer para salvar a su esposa y recuperar el dinero, reconocimiento y fama que Ray Cortina le había robado?